Entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre se celebra el Mes Nacional de la Herencia Hispana y el 15 de octubre es el Día Nacional de Concientización sobre el SIDA entre los Latinos. Para notar ambos eventos, hablamos con Joaquín Carcaño, demandante principal en el caso de Lambda Legal contra la ley anti-LGBT en Carolina del Norte, conocida como H.B. 2. Joaquín trabaja como coordinador de proyectos en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (UNC), en específico bajo el Institute for Global Health and Infectious Diseases. Este instituto para la salud provee educación y servicios tales como pruebas de VIH a las comunidades Latinas.
Mi abuelo inmigró de México a Estados Unidos como parte del programa Bracero. Empezó su vida en la frontera al sur de Tejas. Fue ahí donde nací y fui criado. Es ahí donde está la mayoría de mi familia. Y es ahí donde está el lugar que siempre llamaré hogar.
Mi interés en trabajar con personas que tienen VIH y en el activismo empezó desde que estaba en high school, cuando me di cuenta que el VIH afecta a comunidades en los márgenes, incluso la mía. Mientras estaba en la Universidad de Tejas en Austin, trabajé como voluntario en un hospicio para personas con VIH. Y después de la universidad, fui voluntario en los cuerpos de paz en Perú y así continué mi trabajo sobre el VIH entre personas marginalizadas.
Vivir en Carolina del Norte me ha dado la oportunidad de continuar mi trabajo con asuntos relacionados al VIH dentro de la comunidad Latina.
Como mexicano-americano, siempre me ha sido importante invertir en mi propia gente.
Vivir como soy, un hombre que es Latino y transgénero en Estados Unidos puede sentirse muy solitario. Una historia que llevo en mi corazón es la de una de nuestras clientes, una mujer que es indocumentada y transgénero y que ha vivido en Estados Unidos por más de 10 años. En su primera sesión, dijo que le habían asignado como hombre al momento de nacer, pero que ella era una mujer y siempre lo había sabido.
Al preguntarle sobre ser transgénero, nos dijo: “¿Qué es eso? ¿Qué es transgénero?” Ella no tenía ni idea de que esa palabra existía para describirla a ella y quién es. Estaba sorprendida. “¿Tú quieres decir que hay otra gente como yo?”
Estaba tan sola y tan aislada de tantas formas. La ayudamos a que se integrara a la comunidad transgénero. La pusimos en contacto con servicios de salud y de VIH, con hormonas. Le mostramos el mundo. Nos dijo: “Ahora sé quién soy. Cuando la gente me pregunta quién soy, les puedo decir que soy una mujer trans y Latina con orgullo”. Ahora ella trabaja con otras mujeres que son Latinas y transgénero, y las apoya en la trayectoria de sus vidas.
Es por medio de mujeres Latinas transgénero fuertes como esta mujer, junto a sus historias y experiencias, y por medio de mi trabajo en la Universidad, que he logrado conectar con ellas a un nivel profundo. He llegado a entender que esta es mi comunidad.
Para mí, mi herencia Latina quiere decir fuerza, resistencia y supervivencia.
Mi familia tuvo que pelear por su vida y para estar en este país. Mi herencia Latina es poder resistir los golpes. Eso es lo que siempre he visto y definitivamente me ha ayudado en el trabajo que hago.