Cada día que pasa el gobierno federal parece más y más una corporación de Trump, Inc., una entidad repleta de problemas éticos y legales, y con prácticas dudosas.
¿Qué pasó esta semana?
El presidente Trump decidió eliminar una herramienta que impedía que las agencias federales no le dieran contratos a compañías que discriminen contra sus empleados o que violen leyes que protegen a los mismos.
Trump firmó una ley conocida como la Resolución conjunta 37 la cual invalida la orden ejecutiva del presidente Obama sobre la seguridad en el trabajo y el salario justo.
Y encima de eso, anuló por completo la orden ejecutiva de Obama en vez de defender a todos los trabajadores en este país.
¿Qué era lo que establecía la orden de Obama sobre la seguridad en el trabajo y el salario justo?
Lo que se conoce en inglés como la “Fair Pay and Safe Workspaces Executive Order” aseguraba que el gobierno federal solo llevara a cabo negocios con entidades que respetaran a sus empleados y que cumplieran con las leyes laborales federales.
No estamos hablando de nada demasiado exagerado. Cumplir con las leyes federales quiere decir:
- Pagar un salario justo y a tiempo, incluso horas extras, según La Ley de Normas Justas de Trabajo (FLSA, o Fair Labor Standards Act).
- Proveer un lugar de trabajo seguro según la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, o Occupational Safety and Health Act).
- Garantizar que se proteja tanto el trabajo como la licencia sin paga para cuidar a un miembro la familia según la Ley de Ausencia Familiar y Médica (FMLA, o Family Medical Leave Act).
- Proveer oportunidades en el trabajo por igual sin importar la discapacidad, lo cual incluye estatus de VIH, según lo establece la Rehabilitation Act.
- No discriminar por sexo, lo cual incluye a una persona que haya hecho la transición, o que no siga los estereotipos de género, lo cual incluye a las parejas del mismo sexo, como lo indica el Título VII de la Ley de Derechos Civiles.
La cosa se pone peor.
El congreso eliminó la orden lo hizo de tal manera que el Departamento del Trabajo probablemente no podrá establecer una orden similar en el futuro.
Es decir, el congreso ató las manos del Departamento del Trabajo de tal forma que la gente LGBTT pagará un alto precio mucho después que Trump ya no sea presidente.