Acceso a baños públicos
MI HISTORIA: UNA PESADILLA EN LA CARRETERA
Danica Ali

“Estaba en una parada de descanso en Connecticut. Volvía de New Haven con unos amigos por la carretera I95 y nos detuvimos para comer algo y usar el baño, como hace todo el mundo.

Entré, y una mujer –la gerente o algo así– me detuvo y me dijo que necesitaba ver mi documento de identidad para saber si era hombre o mujer. Había un hombre a su lado, no sé si era personal de seguridad.

Le pregunté quién era y me contestó que no tenía por qué decirme. Yo le dije que no tenía por qué mostrarle mi licencia de conducir. Ella me dijo, “si no me muestras tu documento de identidad voy a llamar a la policía y les voy a decir que un hombre intenta usar el baño de mujeres”. Saqué mi identificación, que indica ‘mujer’.

¡Estaba tan molesta que me salí y me fui al carro!”

Acceso a baños públicos

Cuando tienes que ir al baño, tienes que ir al baño. Casi toda la gente necesita ir al baño en algún momento al hallarse lejos de la comodidad de su hogar, ya sea en el trabajo, en un restaurante o al pasar por una estación de tren. Pero esto no resulta tan sencillo para muchas personas transexuales, transgénero y que no se rigen por estereotipos de género.

Lee nuestra sección en español de preguntas y respuestas sobre el acceso a baños públicos.

El solo hecho de entrar a un baño público puede generar miedo y estrés. La simple posibilidad de escuchar comentarios hostiles de otras personas en el baño, de enfrentar las preguntas de los dueños de una tienda o del personal de seguridad en un centro comercial, o las restricciones arbitrarias en tu lugar de empleo pueden resultar tan estresantes, que muchas personas sencillamente “se aguantan”.

Las personas trans y las personas que no se rigen por estereotipos de género también son acosadas en otras situaciones, pero los baños públicos suelen ser pretexto para prestar mayor atención a la apariencia de las personas, y compararlas con los estereotipos de cómo se supone que se vean o actúen los hombres y las mujeres.

La solución es muy simple, en teoría: Cada persona debería usar el baño que corresponda a su identidad de género, sin importar si está haciendo la transición de sexo o si es una persona que no se rige por estereotipos de género. Pero la mala voluntad en contra de la comunidad trans y la falta de comprensión generalizada pueden complicar las cosas.

Es particularmente difícil presentar demandas en estos casos y los resultados son mixtos. Los tribunales no siempre entienden la importancia de este asunto y algunas veces han considerado los baños como un espacio que está fuera del dominio de las leyes contra la discriminación. Esto es a pesar de que el no poder usar un baño adecuado puede llegar a impedir el acceso a un empleo o a diversos establecimientos públicos. Sin embargo, algunos empleadores, gobiernos estatales y distritos escolares han comenzado a implementar políticas como estas que permiten a las personas utilizar los baños que corresponden a su identidad de género.

Para obtener más información, comunícate en español con la Línea de Ayuda de Lambda Legal.