MI HISTORIA: Roman Rimer
Una lucha, un paso adelante y luego el seguro dice que “no”

“Tengo recuerdos de la infancia de querer tener un cuerpo de varón, pero supuse que yo era como debía ser; tuve muchos problemas.

Nunca me gustó tener senos. Recuerdo una vez, cuando estaba en la universidad, haber entrado a una tienda a probarme un sostén y no poder dejar de llorar. No entendí por qué, solo supuse que me pasaba algo malo o que estaba muy sensible.

Me vendé el pecho durante un tiempo y luego me sometí a cirugía. Mi compañía de seguros dijo que cubriría el 70% de una mastectomía doble si había historial de cáncer de seno –lo cual era el caso– pero no en caso de reasignación de sexo. Recibí una carta por correo que decía ‘No cubrimos esto’”.

Cuidado de salud: Relacionado con la transición de sexo

El cuidado de salud relacionado con la transición de sexo se ha malentendido frecuentemente como un conjunto de tratamientos cosméticos, experimentales o sencillamente innecesarios. Sin embargo, existe consenso médico en que la terapia hormonal y la cirugía de reasignación de sexo (CRS) son necesarias desde una perspectiva clínica para muchas personas transexuales, transgénero y que no se rigen por estereotipos de género. Ahora ha quedado claro que la identidad de género de una persona –ese sentido interno de ser hombre o mujer– está profundamente arraigada y no puede cambiarse. Por lo tanto toda atención médica relacionada con la transición de sexo puede ser crucial.

Los tribunales han logrado importantes avances en este tema en años recientes, citando décadas de datos médicos acumulados para concluir, en un número cada vez mayor de casos, que es discriminatorio no proporcionar cuidado de salud relacionado con la transición de sexo. Especialmente si se proporcionan otros tratamientos también considerados necesarios desde la perspectiva médica.

El problema es que la mayoría de las compañías de seguros, tanto públicas como privadas, se han quedado atrás. Muchas citan el costo, aunque esto no ha representado un problema para el creciente número de empleadores que ahora ofrecen cobertura. A menudo, la resistencia al cambio se basa en una mezcla de prejuicios contra las personas trans y en ideas médicas anticuadas.

El lenguaje que usan los médicos y los tribunales en esta área puede ser frustrante porque generalmente utilizan términos técnicos como disforia de género, un diagnóstico de salud mental que describe la ansiedad extrema que sienten algunas personas cuando sus cuerpos no corresponden con su identidad de género. Hay quienes consideran que este diagnóstico estigmatiza innecesariamente a las personas trans, además de fomentar el que sean maltratadas. Independientemente del término que se utilice, no es justo que las pólizas de seguro médico tengan normas diferentes para los tratamientos a personas trans, cuyas necesidades médicas se relacionan con la transición de sexo, que para personas, por ejemplo, con diabetes, que requieren de atención vital. En ambos casos, un médico realiza una evaluación individual para determinar si es necesario un tratamiento. De serlo, ambos pacientes debieran poder recibir la atención recomendada.

Nuestra sección en español de preguntas y respuestas sobre el acceso al cuidado de salud explica el marco de referencia que se utiliza actualmente en la comunidad médica para entender que el cuidado de salud relacionado con la transición de sexo es clínicamente necesario. También explica la manera en que Lambda Legal y otras organizaciones aplican este concepto al terreno legal, para impugnar el que se niegue dicha atención como un acto discriminatorio. Esta sección destaca además las maneras en que muchas empresas privadas y gobiernos municipales han eliminado bastantes barreras a esta clase de atención médica, y han impuesto normas para crear un futuro más igualitario.

Para obtener más información o si has sido víctima de discriminación, comunícate en español con la Línea de Ayuda de Lambda Legal.