Hablar en contra de las personas gay y la igualdad
La ley dice que en voz alta y clara que:
- cada estudiante tiene el derecho constitucional a debatir temas políticos y sociales desde todas las perspectivas.
- los estudiantes no tienen el derecho constitucional a interrumpir de manera considerable las actividades en el salón de clases, expresarse de manera indecente o grosera, o causar agresión verbal.
- “no existe el derecho constitucional a ser un bully.” Tal como lo explicó un tribunal federal de apelaciones, “la intimidación de un estudiante hacia otro, incluyendo la intimidación usando sobrenombres negativos, es el tipo de comportamiento que se espera que las autoridades escolares controlen y prevengan”.
Puede ser muy complicado distinguir entre las expresiones o el lenguaje ofensivo que están protegidos por la Constitución, y el hostigamiento verbal, el cual no está protegido. En algunas circunstancias, la Primera Enmienda puede proteger el derecho de un estudiante a declarar su objeción a la homosexualidad o a los derechos LGBTT dentro de la escuela. Pero nada requiere que los administradores de la escuela estén de acuerdo.
Existen formas de fomentar que una escuela apoye a sus estudiantes sin transgredir los derechos de la Primera Enmienda de ningún estudiante:
- si a los administradores les preocupa que la oposición a la igualdad LGBTT expresada por un estudiante pueda molestar a otros, entonces podrían recordarle a los alumnos que, a pesar de que la escuela respete la igualdad de expresión en estos temas, permanece comprometida con la inclusión de todos, y el respeto hacia todos, incluyendo al grupo LGBTT.
- los administradores pueden reiterar este mensaje a través de una carta o comunicación con los estudiantes, o con la implementación o repartición de copias de las reglas de la escuela en contra del hostigamiento.
- las escuelas también pueden facilitarle a todos los estudiantes recursos adicionales para apoyar a los estudiantes LGBTT, o invitar a los estudiantes que están molestos a hablar con un orientador.
Por supuesto, los administradores de la escuela no deben castigar a un estudiante por expresiones protegidas por la Constitución. Tampoco deben permitir que los estudiantes (o el personal de la escuela) que apoyan la igualdad LGBTT hostiguen a estudiantes con ideas anti-LGBTT. Pero dado que los administradores prohíben estos problemas de conducta, tienen el derecho (y en algunos casos están obligados por ley) de comunicar el apoyo por parte de la escuela hacia los estudiantes LGBTT y sus aliados.
Para más información, contacta a Lambda Legal al 866-542-8336 o visita www.lambdalegal.org/linea-de-ayuda.